domingo, 7 de abril de 2013

Y de repente, tu vida empieza a carecer de sentido. Tenía todas las respuestas pero me cambiaron todas las preguntas. En ese momento comprendí que la felicidad es efímera en ocasiones, que dependía más de esa persona de lo que imaginaba. Me di cuenta de que toda nuestra historia se quedó en un instante, en dos palabras. Me di cuenta de que las cosas puede cambiar en cuestión de un minuto y por algo que quizás no es importante pero tiene la fuerza de arrebatartelo todo. En ese momento sentí que había entrado un huracán dentro de mí y que me había dejado vacía. En ese momento comprendí, que si no le tengo, no tengo nada, que si no está, me siento vacía, que si se aleja, me siento rota, que si no siento que me ama, mi sonrisa desaparece. En ese momento me di cuenta de que algo por lo que había estado luchando durante 19 meses había desaparecido. En ese momento me di cuenta de que le necesitaba para ser feliz pero que ya no estaba. De repente comprendí que dependía de esa persona, que nada volvería a ser lo mismo en mi vida si él no está. Entonces fue cuando me dí cuenta de que realmente sí estaba enamorada, de que haría cualquier cosa por él, de que no quiero una vida en la que él no esté.
¿Sabes qué? En el amor no hay barrera ni distancia, esas cosas solo las ponemos nosotros.
¿Sabes qué más? Que por más que me alejes, más empeño pondré en estar contigo porque lo único que he querido, quiero y querré siempre será estar contigo.
Por todos esos momentos, por todas esas sonrisas , por todos esos te amo, por todos esos juegos, por todas nuestras conversaciones, por todas y cada una de las cosas que hemos vivido pero sobre todo por ti, lucharé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario